En la cocina

Hora de la comida, como siempre es una decisión difícil, tenemos de todo el día de hoy y como siempre carne fresca, aquí todos gorditos y bien nutridos, nuestros clientes piden comida insistentemente, no podemos perder tiempo, los cocineros traen la presa, este chico hace poco deambulaba por las calles, siempre con una bebida en la mano, perfecto para combinar con algo de vino, mis ayudantes lo agarran de ambos brazos, el no es lo suficientemente fuerte
para liberarse, golpeo con el hacha, mis ayudantes lo sueltan, no les permito ensuciare, ya que tienen que servir, el vagabundo se agarra la herida, como ultimo intento de escapar se abalanza hacia mi, pero con otro golpe le borro la herida del cuello, ya que ahora es solo un cuerpo, su cabeza rebota por el suelo de mi cocina, no es necesario conservarla ya que nadie come cabeza en este restaurante elite, con un ademan comunico a mis criados que lo cuelgan boca abajo, la sangre tiene que salir de ese cuerpo, demorara un tiempo, mientras tanto que peleen las papas y preparen los demás ingredientes, al acabar de desangrar, el cuerpo cae pesadamente en la mesa de picar, abrí fácilmente el pecho de hombre mientras sacaba todos los órganos, limpio cada parte aprovechable, el estomago para los perros, los intestinos los limpio, un brazo desmembró y lo muelo, este día me toca hacer chorizos, unos cuantos filetes, y otra cosa, no me alcanzara este hombre para alimentarlos a todos, así que a traer otro mas y continuar con el festín.