domingo, 21 de febrero de 2010

Robando vida

Que idiota puede ser una persona, solamente un par de palabras son suficientes para encender las llamas de alguien, ya que allí se encontraba la morena, una chica nueva del barrio, quería amigos, quería aceptación, pero lo único que encontró fue el dolor del rechazo, hasta que alguien del grupo le dio una solución a su dilema, solamente una noche, una noche tendría que ir al bosque, este quedaba alejado de las casas, el bosque rodeaba a un viejo cementerio que estaba apunto de ser levantado.


Estaba ella sola en la oscuridad, los animales nocturnos despertaban los miedos ocultos que poseía, temer a nuestro mas grande temor, a la oscuridad y a la soledad, todo ello azotaba el corazón de la púber, la voz del bosque la llamaba, le guiaba poco a poco en la oscuridad, pudo ver a unos pasos adelante la inequívoca forma de una persona que le llamaba, normalmente hubiera hecho caso omiso al llamado, pero no quería enfrentar la oscuridad sola, se acerco sin cautela cayendo en un foso, la incauta muchacha abrió los ojos, sentía un dolor intenso en la mano, sentía un calor intenso en sus muñecas, aturdida giro su cabeza para observar el causante de sus molestias, con horror observo los clavos que le aferraban a una tabla, grito desesperadamente, pero fue en vano nadie vendría a salvarla.

Las esperanzas no se pierden, y aun en agonía buscaba su libertad, una sonrisa magna se dibujo en su cara cuando poco a poco una puerta se abría y de ella una anciana aparecía, lloro en señal de alivio, la octogenaria no parecía sorprendida de lo que veía, busco en las cajas de esa habitación, sacando de ella un pequeño pero mortal cuchillo, veía los ojos de la niña mientras se acercaba, ella agradecía la ayuda que le brindaba la anciana, no se daba cuenta de lo que realmente pasaba, rasgo sus ropas con el arma, ella estupefacta soltó primero unas palabras de asombros, se convirtieron pronto en gritos de horror al empezar a cortar la carne, sangre brotaba de su cuerpo, todavía viva podía ver sus propias entrañas mientras esta mujer jugaba con ellas, seguía viva, pero ahora no podía ver, su ultima visión fue el cuchillo entrando en sus ojos, para sacarlos, su ultimo sabor fue la sangre que emanaba de aquellos huecos que antes eran sus ojos, su cuerpo nunca fue encontrado, sabemos que esta en algún lugar, después de todo ahora no se sentirá sola, siempre para con alguien, cada parte de ella que fue vendida y ahora es algún órgano que alguien pago por esta vida, la vida de una inocente y de un pobre alma

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