A mis 40 años de edad no poseía familia propia y estaba cansado de la soltería, sabía muy bien que tenía que sentar cabeza, esa idea lleno mi mente, el día en que la vi por primera vez, su faz era hermosa, sus ojos mostraban un brillo sobrenatural que combinado a su piel morena serian capaces de fundir el hielo mas duro, nuestro primer encuentro fue fruto de su esfuerzo, se acerco a mi y me pregunto si nos conocíamos de algún lado, yo no lo negué, aunque era la primera vez en mi vida que la veía
, para conocerla e intimidar con ella le ofrecí tomar un café en cierto restaurant céntrico pues buscaba crear un ambiente especial.
Solo pasaron dos meses de nuestro primer encuentro y ya me sentía completamente enamorado, ya por esas fechas nuestros encuentros eran diarios, fueron tantas las noches llenas de pasión que pasamos, los momentos dulces de compartir el mismo sillón para ver una película o simplemente las noticias de la noche, o el hecho de despertar tal como vinimos al mundo mientras vemos nuestro rostro siendo irradiando por los primeros rayos del sol, todo ello hizo que me decidiera a dar el paso siguiente, decide pasar el resto de mi vida con ella, ella acepto con una sonrisa y una lagrima.
El matrimonio fue un sueño, tanto la familia como los amigos de cada lado nos reunimos, era la primera vez que veía a los conocidos de ella, solo eran personas normales que tendría que conocer en el transcurso de mi vida, ya que sus amigos y familiares también eran desde ese momento mis amigos y familiares, el resto fue bastante normal, un par de acepto, un beso conmemorativo, una fiesta de recuerdo y una noche de bodas donde completábamos y confirmábamos que éramos marido y mujer.
La luna de miel lo escogió ella, nos fuimos de paseo a una montaña, el lugar donde fuimos tenía un lago hermoso de color azulado, y una casa de campo bastante acogedora, el primer día lo pasamos acalorados pues discutíamos sobre nuestros hábitos, realmente detestaba algunas manías que ella poseía, cosas que no me molestaban en el tiempo de enamorados ahora me disgustaban, pero ella toda madura me dijo que olvidáramos esos inconvenientes con un trago, ella me pidió abrir el armario del lado del cuarto que allí habría algo que me gustaría, yo me pare y fui al armario que ella me indico y al abrirlo vi capsulas de vidrio con vinagre y en cada una de ellas un dedo con una sortija, al voltee de inmediato a pedir una razón para ello pero recibí un golpe que me dejo inconsciente, desperté en la habitación, mis manos y piernas estaban atadas a la cama, ella estaba sentada en una silla esperando a que despertara, lloro y me dijo, “esperaba que fueras en indicado”, de debajo de la cama saco un cuchillo carnicero y corto mi cuello, cada uno de nosotros fuimos amados, nos considerábamos como los hombres mas afortunados del mundo, ahora solo somos la colección macabra de una mujer que no sabe que quiere, ¿será el amor o saber cuantos hombres la amaron?, solo somos dedos que cuentan el numero de asesinatos y amantes que tendrá en una vida, ten cuidado, conoce bien a la mujer con que compartes cama, podrías ser parte de nosotros si no tienes cuidado.
, para conocerla e intimidar con ella le ofrecí tomar un café en cierto restaurant céntrico pues buscaba crear un ambiente especial.
Solo pasaron dos meses de nuestro primer encuentro y ya me sentía completamente enamorado, ya por esas fechas nuestros encuentros eran diarios, fueron tantas las noches llenas de pasión que pasamos, los momentos dulces de compartir el mismo sillón para ver una película o simplemente las noticias de la noche, o el hecho de despertar tal como vinimos al mundo mientras vemos nuestro rostro siendo irradiando por los primeros rayos del sol, todo ello hizo que me decidiera a dar el paso siguiente, decide pasar el resto de mi vida con ella, ella acepto con una sonrisa y una lagrima.
El matrimonio fue un sueño, tanto la familia como los amigos de cada lado nos reunimos, era la primera vez que veía a los conocidos de ella, solo eran personas normales que tendría que conocer en el transcurso de mi vida, ya que sus amigos y familiares también eran desde ese momento mis amigos y familiares, el resto fue bastante normal, un par de acepto, un beso conmemorativo, una fiesta de recuerdo y una noche de bodas donde completábamos y confirmábamos que éramos marido y mujer.
La luna de miel lo escogió ella, nos fuimos de paseo a una montaña, el lugar donde fuimos tenía un lago hermoso de color azulado, y una casa de campo bastante acogedora, el primer día lo pasamos acalorados pues discutíamos sobre nuestros hábitos, realmente detestaba algunas manías que ella poseía, cosas que no me molestaban en el tiempo de enamorados ahora me disgustaban, pero ella toda madura me dijo que olvidáramos esos inconvenientes con un trago, ella me pidió abrir el armario del lado del cuarto que allí habría algo que me gustaría, yo me pare y fui al armario que ella me indico y al abrirlo vi capsulas de vidrio con vinagre y en cada una de ellas un dedo con una sortija, al voltee de inmediato a pedir una razón para ello pero recibí un golpe que me dejo inconsciente, desperté en la habitación, mis manos y piernas estaban atadas a la cama, ella estaba sentada en una silla esperando a que despertara, lloro y me dijo, “esperaba que fueras en indicado”, de debajo de la cama saco un cuchillo carnicero y corto mi cuello, cada uno de nosotros fuimos amados, nos considerábamos como los hombres mas afortunados del mundo, ahora solo somos la colección macabra de una mujer que no sabe que quiere, ¿será el amor o saber cuantos hombres la amaron?, solo somos dedos que cuentan el numero de asesinatos y amantes que tendrá en una vida, ten cuidado, conoce bien a la mujer con que compartes cama, podrías ser parte de nosotros si no tienes cuidado.

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