jueves, 20 de mayo de 2010

El ultimo mensaje

La distancia que había entre mi centro de trabajo y mi casa es corta, es por esta razón que regresaba a pie para descansar, sin pensar que en una de esas noches mi vida correría peligro.

Un sábado, dirigiéndome a mi casa, escuche un sonido, este provenía de un callejón, este sonido no era nada nuevo para mí, ya que en mi trabajo me tenía más que estresada, era el sonido monótono de un celular, las luces que desprendían me daba su ubicación exacta mientras caminaba por  el oscuro callejón, el numero estaba siendo solicitado por un contacto de este cuyo nombre decía “muerte”, al leer este mensaje me imagine que el susodicho celular seria de un estudiante de preparatoria o colegio que debió haber perdido su aparato.

De manera automática conteste el celular, colocándome el auricular en el oído sentí un pequeño piquete en la oreja, el cual mi hizo soltar el celular, mientras se podían oír pequeñas risas salir de este, sentí que el mundo giraba, todo mi cuerpo se sentía pesado, sabía que ese piquete no era normal, algo me pasaba, el aire que respiraba se hacía más consistente, el solo hecho de respirar consistía en un ejercicio total, el cual agotaba todas mis fuerzas, me deje caer, mientras mi conciencia se extinguía pensaba que me pasaría, estaba más que segura que pensaría en algo que me salvara al momento.

Desperté totalmente desnuda, mi cuerpo era exhibido a miradas lascivas, no podía verles la cara pues había una luz potente que me impedía mirarles, solo podía ver sus siluetas, mi espalda estaba mojada, el sudor, todo mi cuerpo estaba adormecido, el morbo que sentía junto con la visión de miedo hizo que perdiera el conocimiento, al despertar estaba en la misma posición, pero nadie estaba allí, intente gritar, pero no pude, algo me impedía hacerlo, escuche la puerta abrirse y varios pasos y voces se reían de forma normal, quería pedir ayuda pero no podía, ellos nuevamente se acercaron no podía ver sus caras, decían que no era necesario anestesiar, pero un golpe los sobresalto, alguien entro por la misma puerta de el salían sonidos mas no palabras, entro golpeando, mientras mis captores no se daban cuenta por el suceso, con algo de fuerza, y maniobra logre sacar mi mano derecha con la cual pude liberarme, al salir de la cama, note que estaba empapada de sangre, mientras el hombre era reducido me escabullí y logre salir, entrando en un salón, en el había un espejo, no me reconocí, estaba pálida, tenía un corte abierto en mi garganta, me había extirpado las cuerdas vocales, intente salir por una ventana pero vi que estaba en un piso superior, encontré un cuaderno y un lápiz, lance SOS por esa ventana, pero parecía que no les importaba a los de abajo, no me quiero dar por vencida pero dejare mi historia en este cuaderno, espero que alguien me encuentre, me llamo Flor de Maria Saavedra Rodrigues, que alguien lo lea y me rescate, por favor,

El cuaderno fue encontrado en un basurero, pero nunca se logro encontrar a Maria

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