miércoles, 19 de mayo de 2010

Mi amiga Lila

Cada noche el mismo sueño, una niña hermosa de unos 5 o 8 años que me miraba a los ojos, durante un tiempo mirándome seria, otra riendo mientras poco a poco sus ojos azules se volvía polvo y desaparecían, al igual que la piel de su rostro y manos, dejando solo un montón de huesos que sostenían un pequeño vestido.

Al principio lo tomaba por una pesadilla, pero el suceso ocurría todas las noches, con pequeños cambios en el sueño, como el vestido, la forma del pelo, la sonrisa, una que otra vez jugando con una pelota, hasta que en uno de esos tantos sueños me dijo que su nombre era Lila, ella me pedía jugar con ella, ya le había perdido el miedo, para mí solo era un sueño más, desde ese momento todas las noches me pedía jugar con ella,  desde las muñequitas, pasamos por la pelota y por ultimo jugar a la cena, pero siempre antes de despertarme ella se tenía que transformar en esa forma grotesca en señal de que ya no quiere jugar más.

Mis días laborales eran normales, eso si nunca comente de ese sueño a nadie, aparte que tampoco tuviera a quien contar pues no era tan amigo de la compañía, y no tenía suerte en encontrar pareja siendo alguien que se consideraba agraciada, pero todo cambio cuando una noche la pequeña niña me pidió jugar con ella siempre, como supuse que era un sueño acepte de mala gana, pero acepte al final de cuentas, ella se alegro y jugo conmigo con mas ahincó que nunca, aunque en esa noche no se volvió a transformar en una calavera.

En la mañana me sentía débil, como si alguien estuviera en mi encima, no podía levantarme, el cansancio impedía mantenerme en pie, y la sensación de alguien agarrándome la mano me daba escalofríos, dejándome caer dormida un rato, en la cual soñé con ella nuevamente, ella me exigía seguir jugando, en el sueño le decía que tenía que ir a trabajar, que después de eso jugaría todo lo que quisiera, ella hizo una mueca y me dejo ir,  desperté sin problemas llegando 1 hora tarde, ese día fue mi primera llamada de atención, aparte que fue mi peor día, siempre tropezando, siempre golpeando objetos, todo salía mal, al irme a refrescar en el servicio higiénico pude ver en el espejo que detrás de mi espalda estaba la niña, como si se tratara de una mochila, ella estaba bien sujeta a su hombro, mientras mostraba señales de que no era una niña normal, grito con todo lo que pudo, el grito de desesperación asusto a todos, llagando su jefe de departamento y diciéndole que regresara a mi casa y que mañana u otro día no era necesaria mi presencia, me estaba despidiendo, sentí que me desvanecía, al perder el conocimiento vi a Lila, ella estaba feliz, mientras ella decía, ahora serás mía, jugaremos por siempre, volví a abrir los ojos y no sentía espacio alguno, estaba cayendo de no se que piso de esa compañía, cayendo de cabeza y muriendo en el acto, ahora con Lila compartimos juegos, si la necesidad de buscarle en el mundo de Morfeo, pero con gran rencor hacia la vida que no supo valorar mi esfuerzo

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