martes, 26 de enero de 2010

El pueblo - La dama de alado

Era un día nuevo para mí, ya que era el día donde encajaría en una sociedad diferente a la que estaba acostumbrado, aunque pensaba en las palabras de aquel hombre, no por miedo simplemente tenia curiosidad en las “locuras” que dijo, al salir de mi casa y preguntar por el señor la que creía que era la esposa de este me dijo que era soltera y que pasara a visitarlo a la hora de comer y que seguramente el hombre que había visto era el loco del pueblo, bueno ya no le di atención al caso
del hombre, debería decir que simplemente quede hipnotizado con la belleza de aquella mujer, ya que siendo sincero estaba cansado de la soltería, así que accedí a ir a la hora de la cena.

Eran las 7 de la noche cuando decidí tocar la puerta de aquella mujer, al abrir la puerta solo podía decir que estaba radiante, llevaba una ropa de verano la cual mostraba sus encantos, absorto de la imagen entre a la casa con fantasías que no podría describir, entrando a la sala me dijo para esperar allí mientras terminaba de ordenar todo para la cena, mientras decía esto me serbia una copa de vino, mientras tomaba de la copa pude ver como su silueta se alejaba hacia la cocina hasta desaparecer en la puerta, como intento de don Juan no obedecí a la orden y a manera de sorprenderla entre cauteloso a la cocina para asaltarla con un abrazo pero grande fue mi sorpresa al descubrir la cabeza degollada de aquel hombre, el miedo y terror que sentí en mi corazón destrozaron mi razón, una hermosa mujer que estaba cocinando el cuerpo de un adulto, intente gritar pero no me salía sonido alguno, mientras ella volteaba a mirarme mientras, decía, querido no quería que vieras este escenario, no sabes que es de mala educación espiar a las personas, en especial cuando se trata de una chica tan hermosa como yo, mientras decía eso se reía como si nunca en su vida se hubiera reído antes, con una fuerza y maldad pura, mientras poco a poco perdía el sentido.

Al despertar me encontré con alrededor de 20 personas todas ellas parecían de entre 20 a 25 años de edad, todos parecían como si estuvieran apunto de empezar una fiesta y en una mesa en la parte central de todo estaba ella con un cuchillo al su lado derecho, yo mientras tanto estaba atado en lo que hasta ese momento pensé que era un poste, ella se levanto de su asiento al darse cuenta que había recobrado el conocimiento se paro detrás de mi mientras hablaba una lengua inteligible para mi, aunque parecía que los demás estaban consientes de todo lo que ella decía, al terminar de hablar sentí algo caliente que mojaba mi mano y al poco tiempo sentí un dolor insoportable, la desgracia me había cortado un dedo y lo exhibía triunfante por los invitados.

Tenia que escapar de ese lugar pero no sabia como hasta que en un par de horas…

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