martes, 3 de enero de 2012

ACOMPAÑANDO A CASA

Los garfios sonaban de manera armoniosa, mientras los cuerpos que colgados se e inertes tan fríos como estos se deformaban en la oscuridad, no podía soportarlo, no sabía dónde me encontraba, ni cuánto tiempo me encontraría en esa habitación, la idea de pasar el mismo destino que estos desafortunados me daba pánico,
me desplazo por la habitación, puedo ver que un haz de luz ilumina el cuerpo de una mujer, por Dios, es Susan, los recuerdos afloran poco a poco, la última vez que la vi fue en clase de anatomía, la verdad es que casi nunca converse con ella, solo era una compañera de clases, pero ese día se mostraba un tanto perturbada, nunca antes me había hablado a excepción de ese día, en el cual me dijo que la acompañara, no veía razón para negarme a seguirla, volvimos por un camino céntrico, ella no mostraba señales de socializar, mientras que yo poco a poco me sentía más extraño por el comportamiento poco natural que mostraba esta chica hacia mí, hasta que llegamos a su casa, vi que en su semblante se dibujaba el alivio mientras me invitaba a pasar dentro, al ingresar vi estupefacto que el recibidor se encontraba ensangrentado, retrocedí poco a poco y con un agudo dolor en la cabeza caí inconsciente.


La imagen de Susan con el estómago abierto y  haciendo equilibrio en el garfio fue demasiado para mi ya acabada tolerancia, grite fuertemente, tanto por el miedo que sentía como a la vez con la esperanza de que alguien me escuche, mis propios gritos silenciaron el sonido de la puerta que se abría pero no silenciaron el sonido del metal que era arrastrado por el suelo, voltee mi cabeza, vi a una figura humana oculta por la oscuridad, y el mismo haz de luz me mostraba que en su mano izquierda se encontraba arrastrando un hacha de bombero, cai para atrás, mi miedo crecía más y más mientras él se preparaba para el golpe fatal, cerre mis ojos, logre pensar en mi familia, en mi hermano, en el amor de mi vida, no podía perder todo esto, logre esquivar el golpe fatal, o eso creía, me abalance hacia mi captor y lo levante con todas mis fuerzas mientras lo botaba al suelo, caímos pesadamente al suelo mientras que yo me incorpore el no, la puerta abierta me permitió correr de allí, corrí por mucho tiempo, mi cuerpo se agotaba cada vez más, hasta llegar a una carretera y ver que un patrullero pasaba por allí, me desmaye allí mismo, paso una semana, no lograron capturar al asesino, la policía no encuentra ninguna pista, el cuerpo de Susan ahora se encuentra bajo el suelo de un cementerio, perdí la mano derecha, es mi precio, el precio que pague por mi vida, lamento por Susan, por su familia, pero después de eso nunca más acompaño a alguien.

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