miércoles, 4 de enero de 2012

NOCHE CON LA SIRENA

Gracias a la promoción del colegio, pudimos embarcarnos por el rio amazonas, como todas las noches cada uno de nosotros nos encontrábamos en la parte de superior de la embarcación disfrutando de la vista que nos regalaba ese fantástico lugar.


Uno de nosotros recibió el llamado de la naturaleza, habiendo un baño común en la parte superior destinada a trabajadores y público en general este se fue a hacer uso de este, la noche seguía animada, como esta iba a ser la última salida como estudiantes, nos mostrábamos bastante animados y liberales, no nos percatamos que nuestro compañero no regresaba, o simplemente hacíamos caso omiso a su desaparición, la noche mostraba una luna llena la cual iluminaba nuestro camino, la cual nos permitió ver el cuerpo sin vida de nuestro amigo, su cuerpo se encontraba flotando delante nuestro, la primera en darse cuenta de lo sucedido fue Carolina, una compañera que en ese instante se encontraba conmigo en la popa de la lancha, su grito fue ensordecedor, al volver a mirarla ella se encontraba apuntando al mango rio mostrándonos el cuerpo y agarrando su brazo ubique una mano que nacía por debajo del rio, con la velocidad que vimos en cuerpo, este desapareció dentro del amazonas, Carolina no pudo mantener su serenidad desmayándose en el acto, casi se nos cae del barco, pudimos sujetarla antes del nuevo siniestro, llamamos al docente encargado, este simplemente no nos prestó atención, bueno mi clase no tenía la mejor reputación que digamos y teníamos la reputación de hacer malas bromas a los profesores, así que era obvio que no nos creería.

Nos llamó la atención el profesor, disponíamos a regresar a la habitación a la fuerza ya que como reclutas este nos empujaba de vuelta a la habitación, mientras que unos cuantos veían a la caída Carolina para intentar reanimarla, llegue a mi habitación yo y unos cuantos amigos nos encontrábamos en nuestras camas, ninguno podía dormir, en la mañana seguramente este profesor se daría cuenta de que decíamos la verdad, un pequeño golpe hacia la ventana nos mostró una mujer nadando fuera de la embarcación sonriendo maliciosamente hacia nuestra cara mientras que el cuerpo inerte de nuestro compañero y del maestro yacían en cada mano, no pude gritar, nadie de nosotros pudo pedir ayuda o mover alguna parte de nuestro cuerpo, no salimos de allí hasta que regresamos por avión a nuestros hogares, nuestros padres no permitirían que volviéramos por esas aguas después de que la policía no encontrara el paradero de nuestro compañero y profesor, solo que de vez en cuando sueño a esa mujer llamándome para ir de viaje nuevamente a ese lugar

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