domingo, 9 de septiembre de 2012

TU O YO

Las manos manchadas de sangre, el piso ensangrentado, un cuchillo en mi mano que prueba el homicida que acabo de realizar, fue en defensa propia pero el cuerpo de la extraña pero sexy mujer me tiene con los nervios en alto, en retrospectiva todo empezó como cualquier fin de semana, siempre salía a divertirme a alguna fiesta, o algún evento que me relajara de mi monótona pero feliz vida
, eran alrededor de las 12 de la noche y yo estaba con algunas copas ya tomadas, recién mi noche había empezado, fui abordado por una morena de piel acaramelada, me sentí impactado de su belleza, fui seducido por sus labios; conversamos, bebimos y bailamos hasta quedar cansados, ofrecí llevarla a su casa, ella sin el menor reparo acepto de inmediato, eufórico y con ideas carnales salimos del bar mostrando cada una de mis mejores partes buscaba llevarla a la cama, no espere nada de tiempo para colocar mi mano en sus piernas, ella no mostraba señales de rechazo, solamente cuando intente subir un poco mas mi mano ella lo levanto de una manera sensual y nada violenta, haciéndome interesar mas por esta chica, me indico un apartamento que quedaba aproximadamente a 15 minutos de donde estábamos, su vivienda poseía cierto encanto, me invito a sentarme mientras me ofrecía una copa, se saco el abrigo con el cual estaba y sus pechos me apuntaron a la cara, no podía dejar de verla acerque mis labios al vaso mientras sorbía un poco del liquido, ella se acerco a mí y con una mano insistió en tomar más, no quería continuar con ello pues no estaba tan sobrio y quería llegar a mas de tomarnos unos tragos, me disculpe y pedí salir de la sala y me dirigí al lugar de donde saco el licor, agarre uno vaso de allí, mientras la veía de reojo a cada momento, observando que ella hacía lo mismo mientras agarraba el vaso con su contenido, antes que yo encontrara el vaso ella salió de la sala, yo coloque el vaso vacio en la mesa al costado de vaso que ella me sirvió, mientras el mío dispuse a beberlo, cosa que no hice, deje el vaso en el portavasos del asiento y me dispuse a esperarla, habrían pasado alrededor de 15 minutos cuando ella apareció, mi cuerpo estaba cansado por el alcohol, la espere con los ojos cerrados con la idea de que ella y yo nos fuéramos a la cama y apagar con su cuerpo la calentura, ella agarro mi cara como mirándola y lo soltó como muñeco, escuchaba sus pasos dirigiéndose al bar y regresando, agarro de mis hombros y me dejo echar en el sofá mientras me sacaba la camisa, mi imaginación volaba a mil, desperté de mi ilusión con un dolor en el estomago, grite y al abrir los ojos pude verla sorprendida y con un bisturí en su mano ensangrentada y mi pecho sangrando, la desgraciada me había cortado, ella se abalanzo sobre mi apuntando a mi cuello, logre pararla con mi brazo empujándola y botando el bisturí que ella sostenía, me levante intentando escapar pues aunque ella era mujer y yo varón el miedo se apodero de mi, mi propia sangre manando de mi cuerpo, era suficiente para darme un ataque de nervios, ella se lanzo a mi espalda haciéndome perder el equilibrio mientras me arañaba y me mordía el cuello, estaba como poseída, no quería que saliera, con su cuerpo encima mio pude llegar a la cocina agarre un cuchillo que se encontraba allí y la pique en el ojo al mismo tiempo que me lastime el hombro con el filo, ella chillo del dolor, no me contuve y la apuñale en el cuello, y el pecho, su sangre caliente recorría mis manos, me limpie como pude y salí de la casa, a la mañana siguiente escuchaba en la radio que ajuste de cuentas mato a una traficante de órganos, no se encuentran sospechosos y los policías buscaran pruebas, luego de eso nunca volví a ese bar.

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