Nunca supimos de ninguna novia para Rodrigo, siendo este uno de los chicos más guapos de donde vivía, cada chica que él conocía terminaba enamorada de él, era simplemente divino a presencia de todos, yo por mi parte siempre lo idolatre, fue mi primer amor, justo anoche 13 de febrero me encuentro con él, estaba sentado en un parque cerca a mi casa, Rodrigo parecía esperar a alguien, mi curiosidad y mi afán por hablar con él hizo que me acercara poco a poco a donde él se encontraba
, allí estaba mirando el suelo, al sentir mi presencia sus ojos fueron a parar directamente hacia mí, sentí electricidad por mi cuerpo, no sabía que pensar, solo que él y yo estábamos conectados, con ojos tristes me dijo, “te esperaba quiero que seas mi Valentín”, para ese entonces yo tenía mi novio, se podía decir que él era tierno, lo quería con pasión, pero a Rodrigo lo deseaba con locura, no pude aguantar y al instante me lance sobre sus brazos, besándolo haciéndome suya, era 14 de febrero, estaba en su alcoba, desnuda, quería abrazarlo pero no podía, no podía moverme mi cuerpo estaba sedado, el todavía desnudo se encontraba fuera de la cama donde la noche anterior habíamos gozado de nuestros cuerpos, no entendía que es lo que estaba pasando, él se acercó a mí y me susurro al oído palabras que no podía entender, palabras es decir mucho solo eran sonidos, que para mí no tenían significado alguno, pronto termino y me dijo, no te preocupes estarás conmigo para siempre, como todas ellas, levanto una cortina y allí se encontraban fotos de algunas chicas que no reconocía junto a botellas de vidrio, en el cual se encontraban corazones, corazones humanos, las fotos desnudas de las chicas mostraban al igual que yo unos rostros inertes que no podían moverse, no podía apartar la mirada de esas fotos, sentí el brillo del flash tocando mi rostro, mientras mis piernas eran separadas y mi cuerpo ultrajado por el hombre que hace pocas horas me entregue de manera obediente, el dolor en mi pecho era fuerte, no solo por los sentimientos que me provocaban repulsión, es más la sensación caliente de la sangre que brotaba de mí, mientras Rodrigo seguía bombeando, mi vista no se apartaba de las fotos y de los corazones que se encontraban mientras se hacía borrosa podía ver poco a poco un corazón palpitante en una mano ensangrentada, mientras este me despedía con un beso en la boca y decía en mi oído, un año más, con una nueva Valentín.sábado, 9 de febrero de 2013
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