Me desperté por un dolor punzante en el brazo derecho, siempre e tenido problemas al despertarme en la mañana pero este día me levante de un salto de la cama, sangre goteaba en el piso, al verificar se trataba de una mordedura, pequeños agujeros provenientes de caninos podían verse, era claro que el perro que traje ayer me había mordido, cría cuervos y te sacaran los ojos, busque rápidamente donde se había metido ese perro, era imposible que saliera, para empezar, no tengo idea de cómo entro si mi habitación tenía la puerta cerrada.
Al no ver al perro, no me quedo de otra que entre al lavado para lavar la herida, tome unos antibióticos recordando que los perros tienen varias bacterias peligrosas para los humanos y vende la parte donde me mordieron, jure que al volver del instituto sacaría a ese perro de mi casa, si tiene la suficiente fuerza para morderme quiere decir que ya se encuentra en perfectas condiciones.
Nunca llegaba temprano, pero gracia a ese chucho, no me quedo otra que salir rápido de mi casa, pensé que serie el primero en llegar al salón, pero, me encontré que la chica que compartía mi condición de abusada se encontraba en su asiento, no puedo entender como alguien que sufre tanto como nosotros este tan temprano, en fin, no es mi problema, pase sin prestarle atención, aunque me parecía que me estaba viendo, con el pasar del tiempo, mis compañeros estaban llenando el aula, podía sentir la entre yo mismo y los demás, cada uno se reunía a un grupo, creo que los únicos solitarios somos esa chica y yo, lo único que me incomodaba era mi brazo derecho, sentía que me picaba, necesitaba rasparme.
No recuerdo de que hablamos durante toda la clase, pronto el escozor se convirtió en dolor, tenía miedo de que la herida se infectara demasiado, tenia que ir a la enfermería, sudor frio recorría mi cabeza, sabia que no era normal tener todos estos síntomas, algo raro me estaba pasando, pidiendo permiso para ir a ver a la enfermera, no conté que mi acosador personal pidiera permiso para acompañarme, el dolor que sentía era profundo, no objete que me acompañara, me apresure a irme, la enfermería estaba pasando el pasillo, cuando llegamos a una zona desértica, una fuerza me empujo hacia atrás, y un golpe en la cabeza hizo que mi vista mirara el piso, que diablos paso, mire mas con sorpresa que con enojo, sin saber cual fue la causa de ese golpe, según pude entender el haber salido rápido ayer o el supuesto intento de ir a avisar a un docente lo que me estaban haciendo me había ganado la rabia de este neandertal, mostré mi brazo, este con burla saco mis vendajes, para que se burle, diciendo que es el tatuaje más idiota que ha visto y que para la próxima vaya a otro tatuador para no estar teniendo problemas posteriores, cuando estaba por darme un nuevo golpe por engañarlo el simplemente cayo para atrás, como la escalera estaba cerca el cayo por ahí y no se levantó.
No se nada, no hice nada, pero quien me creería, pero no podía dejarlo así, corrí a le enfermería y gritando le dije que alguien había caído por las escaleras, acompañe a la enfermera junto a algunos docentes que estaban cerca y los guie hasta donde estaba, aprovechando que estaban ayudándolo, fui a salón, la mirada del profesor y compañeros me observaban sentía que me acusaban, tenia ganas de vomitar, agarre mis cosas y me fui, seguro que el día de mañana las cosas se arreglarían, todavía era de día, el parque por donde pasaba estaba abarrotado, al igual que en salón sentía que me estaban juzgando, me tape la cara de manera instintiva, aunque odiaba a ese gorila nunca pensaría en matarlo, al ingresar a mi casa como pude, bote mis cosas en el piso y simplemente me puse a dormir, me despertó un sonido a metálico, mire hacia mi derecha y había un perro mas parecido a lobo con patas metálicas.
Continuara….
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